Audivi vocem

Audivi vocem
San Juan Evangelista en Patmos (Tiziano)

El sábado 22 de noviembre, a las 19 horas, estaremos en la Iglesia de Santa Maria Madre de la Iglesia de Murcia para ofrecer en concierto nuestro programa Audivi Vocem.

A las 19 horas dará comienzo la misa, en la que también intervendremos. El concierto comenzará aproximadamente sobre las 19:45 horas. Este es el repertorio:

Circumdederunt me a 4 - Cristóbal de Morales (1500-1555)
Audivi Vocem a 6 - Duarte Lôbo (1565-1646)

Sicut cervus a 4 - Giovanni Pierluigi da Palestrina (1525-1594)
Canite tuba in Sion a 4 - Francisco Guerrero (1528-1599)
Ave verum corpus a 4 - William Byrd (1540-1623)

Emendemus in melius a 5 - William Byrd (1540-1623)
O quam suavis es Domine a 6 - Alonso Lobo (1555-1617)
Kyrie ex Missa Ave Virgo Sanctissima a 5 - Pedro Ruimonte (1565-1627)

Die Himmel erzählen die Ehre Gottes a 6 - Heinrich Schütz (1585-1672)

Al contrario que en la mayoría de nuestros conciertos, en este no hay una linea temática clara, aunque hemos querido darle el nombre de la segunda de las piezas, Audivi vocem, un motete fúnebre del compositor portugués Duarte Lôbo muy descriptivo y que dobla las voces más agudas para crear un efecto inmaterial que describe perfectamente la voz que se escucha desde el cielo para decirnos "Bienaventurados aquellos que mueren en el Señor".

También hemos querido incorporar una obra muy popular en el repertorio coral como es Sicut cervus, pero incluyendo su segunda parte Sitivit animam meam, por lo general omitida en conciertos e incluso grabaciones.

Canite tuba in Sion es un enérgico motete para el ya cercano tiempo de Adviento, una pieza también muy descriptiva que usa como coda de cada una de sus dos partes el texto "Veni Domine, et noli tardare", una súplica a la llegada del nacimiento de El Mesías.

O quam suavis es Domine es una de las piezas más clásicas de nuestro repertorio, y siempre celebrada por cantantes y audiencia. Su rotundidad, ritmo interno y alegría exultante reflejan de manera excelente la felicidad con la que la cristiandad abraza la fiesta del Corpus Christi, de tan arraigada tradición en España. Usando el mismo recurso que la obra de Lôbo de duplicar las voces agudas, su casi tocayo sevillano no renuncia al contrapunto intrincado, con un efecto de elevación gradual de las voces que subraya el sentido de adoración.